Junto con las úlceras gástricas y los cálculos biliares en la vesícula, son una de las patologías digestivas más habituales y afectan a casi un 35 por ciento de la población adulta
El 29 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Salud Digestiva, con el principal objetivo de visibilizar y concienciar a la población sobre la importancia de la prevención y el diagnóstico temprano de este tipo de patologías que tanto influyen en el bienestar y la calidad de vida de las personas. Las hemorroides, la úlcera gástrica, las piedras en la vesícula, o las enfermedades inflamatorias intestinales son algunas las patologías más frecuentes. En el caso concreto de las hemorroides, se calcula que afectan a un 35 por ciento de la población adulta entre 25 y 55 años, lo que equivale a decir que alrededor de 35.000 jerezanos y jerezanas las sufren en silencio.
Según explica el Dr. Paolo Fabiano, cirujano del Hospital San Juan Grande, “las hemorroides pueden ser de tres tipos: trombosadas, internas o externas. En los casos más leves, es posible mitigar las características molestias asociadas a los nódulos hemorroidales modificando algunos hábitos alimenticios que ayuden a evitar el estreñimiento, así como aplicando tratamientos tópicos que alivien el dolor y la picazón. Pero en los casos más severos o cuando no se consigue ninguna mejoría con estos métodos, no queda más remedio que recurrir a la cirugía”.
Es habitual que la cirugía de hemorroides provoque muchos reparos entre los pacientes afectados, dado que el postoperatorio suele resultar incómodo y tiene muy mala fama. “Por ello, una de las preocupaciones de los cirujanos es ofrecer, a los pacientes, alternativas quirúrgicas encaminadas a garantizar un postoperatorio más liviano”, continúa el especialista de San Juan Grande.
Entre estas técnicas novedosas, recientemente ha surgido la intervención con radiofrecuencia: el nódulo hemorroidal se pincha y se quema por dentro, lo que facilita que no haga falta provocar ninguna herida abierta durante la intervención, por lo que se reducen considerablemente las molestias durante el proceso de recuperación. “En medicina, a la hora de hablar de dolor, siempre pedimos a nuestros pacientes que cifren la intensidad del dolor que sufren en una escala del 0 al 10; en este contexto, los pacientes consultados tras una intervención de hemorroides por radiofrecuencia manifiestan que la escala de intensidad de dolor padecido durante la recuperación es 0 ó 1”.
Por otra parte, esta técnica permite acometer un mayor número de hemorroides en un solo acto quirúrgico, llegando a poder extirpar hasta cinco nódulos hemorroidales en una sola cirugía y, asimismo, se minimizan considerablemente los posibles efectos secundarios asociados a la intervención. Según la experiencia del Dr. Fabiano, los pacientes pueden volver a su vida activa en el plazo de una semana tras la intervención, por lo que no sólo se reduce la intensidad del dolor, sino también el plazo de recuperación.