El Economato Social Hermano Adrián o la formación para el empleo son solo algunos de los proyectos que el hospital y la residencia ofrecen a las familias más necesitadas de Jerez.
La Social San Juan Grande cierra el año con 1.300 familias jerezanas atendidas, lo que correspondería a unos 3.307 beneficiarios directos, a través de los cuatro proyectos que vienen desarrollando: el economato social Hermano Adrián, las ayudas económicas de primera necesidad, formación para el empleo o atención socio-educativa.
La situación de pobreza y exclusión social de muchas familias de Jerez y pedanías hace que la Obra Social San Juan Grande, perteneciente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, se entregue al cien por cien para dar respuesta a tanta demanda. Esta realidad se hace posible gracias a los bienhechores y socios, tanto particulares como empresas, que realizan aportaciones económicas para que se dé continuidad a esta labor.
“Es una alegría poder contar con estas aportaciones, por lo que decimos que los jerezanos son muy generosos, porque gracias a ellos podemos llegar a estas 1.300 familias. Pero, desgraciadamente, no es suficiente, porque continuamos con listas de espera para acceder al economato social o alguno de los programas sociales que tenemos en marcha”, explica el superior de los centros, el hermano Guillermo García.
El ‘Economato Social Hermano Adrián’ es un dispositivo muy similar al de un supermercado al uso, pero que vende productos de alimentación, aseo personal e higiene del hogar a un 25 por ciento de su coste final. El 75 por ciento restante lo subvenciona la Obra Social.
La dinámica del economato normaliza las situaciones de estas familias, que vienen a hacer la compra como sucede en cualquier establecimiento de este tipo. Según los miembros que conformen la unidad familiar, se les asigna desde la Obra Social una cantidad máxima para poder comprar mensualmente. “Vienen y realizan su compra con toda la dignidad del mundo. No están pidiendo, como ocurría con muchos de ellos antes de que accedieran a nuestro economato; pagan por su compra un precio simbólico y esto es fundamental para las personas”, explica Silvia Gutiérrez, responsable de la Obra Social de San Juan Grande.
Otro de los proyectos que se llevan a cabo en el centro es el de la ‘Formación para el empleo’. De las personas que se acercan hasta allí para demandar algún tipo de ayuda, muchas no tienen formación acreditada para encontrar empleo. En estos casos, y con el objetivo de procurar la igualdad de oportunidades y el bienestar de su propia familia, se imparten talleres o cursos para dotar a estas personas de una profesión con la que acceder al mundo laboral de nuevo.
En 2017, han sido 41 personas desempleadas las que han participado en los talleres de jardinería, carpintería, costura, en los cursos de manipulador de alimentos o peluquería, en la formación y orientación para el empleo, seguridad vial o voluntariado deportivo.
Procedentes de las familias que acuden a la Obra Social San Juan Grande, un nutrido grupo de niños y niñas con vulnerabilidad socio-educativa han sido atendidos en el proyecto ‘Atención Socio-educativa’ a través de experiencias formativas basadas en los valores del esfuerzo y el respeto, como las colonias de verano o las clases de apoyo educativo.
El voluntariado, el otro gran pilar de la Obra Social
“Si importante es el cómo financiamos todo esto, igual de importante es el quién nos echa una mano para hacer todo esto: los voluntarios”, expone el hermano Guillermo.
El hospital y la residencia de la Orden en Jerez han contado en 2017 con 165 jerezanos voluntarios que han querido dedicar su tiempo, esfuerzo y cariño a las personas que atiende la Obra Social.
“Se trata de gente buena, no solo de gente con tiempo libre, porque de ser así, podrían invertirlo en hacer otras cosas, o en no hacer nada. Pero ellos prefieren comprometerse con la sociedad, hacer algo por los que más lo necesitan bajo el paraguas de la Hospitalidad, que es nuestra seña de identidad más característica. Y esto -aclara Silvia Gutiérrez- tiene un mérito que nunca podremos agradecer lo suficiente”.
Como ejemplo de su labor, son 86 los voluntarios que han atendido a las familias en el economato, acompañándoles en la compra, reponiendo mercancía o realizando las tareas de línea de caja; 10 los que han realizado labores de acompañamiento a pacientes del hospital; 39 los que han hecho lo propio en la residencia de mayores; y 30 los que se han encargado de las campañas, eventos o talleres que se han organizado en 2017.
2018
Termina el año, pero no las necesidades y, por tanto, continúan los proyectos de la Obra Social para dar respuesta a las mismas. Por eso, desde San Juan Grande ya están trabajando en el año que se avecina.
“Vamos a dar continuidad a todos los proyectos que ya tenemos, pero vamos a hacer un especial esfuerzo para potenciar la formación para el empleo”, subraya el hermano superior. Mejorar la cualificación y las competencias profesionales de personas desempleadas de larga duración o de bajo nivel educativo es fundamental para perseguir la igualdad de oportunidades.
La responsable de Obra Social explica que tan importante es tener esas competencias como saber enviar un currículum o enfrentarse a una entrevista de trabajo, “pues han de tener acceso a los canales por los que se consigue empleo hoy, manejarlos y saber abordar un proceso de selección. Por eso, ampliaremos este proyecto con un refuerzo educativo para adultos o un taller competencias básicas en la búsqueda de empleo”.
Aunque la Obra Social y sus atenciones continúan creciendo año tras año, “el objetivo real sería no tener que existir. Conseguirlo sería lograr la igualdad y la justicia social”, explica el hermano, que termina explicando que “mientras se nos necesite, la Orden de San Juan de Dios estará donde hagamos falta, al lado de los que más nos necesitan”.